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MARTIN HEIDEGGER (1889-1976)

ha sido ampliamente reconocido como el filósofo más original del siglo XX. De su obra, el Fondo de Cultura Económica ha publicado El ser y el tiempo, Introducción a la fenomenología de la religión, Arte y poesía y Estudios sobre mística medieval.

 

Kant y el problema
de la metafísica

Martin Heidegger

Kant y el problema
de la metafísica

Edición original en lengua alemana:
Friedrich-Wilhelm von Herrmann

Traducción: Gred Ibscher Roth
Revisión de la traducción: Elsa Cecilia Frost

Edición, revisión de la traducción para esta nueva
edición y traducción de apéndices: Gustavo Leyva

Fondo de Cultura Económica Sección de Obras de Filosofía

Primera edición en alemán, 1929
Primera edición en español, 1954
Cuarta edición en alemán, aumentada, 1973
Segunda edición en español, de la cuarta en alemán, 1981
Primera edición en las Obras completas [Gesamtausgabe]
    en alemán (vol. 3), 1991
Segunda edición en las Obras completas en alemán, 2010
Tercera edición en español, de la segunda edición
    en las Obras completas [Gesamtausgabe] en alemán (vol. 3), 2013
Segunda edición electrónica, 2014

Se prohíbe la reproducción total o parcial de esta obra, sea cual fuere el medio. Todos los contenidos que se incluyen tales como características tipográficas y de diagramación, textos, gráficos, logotipos, iconos, imágenes, etc., son propiedad exclusiva del Fondo de Cultura Económica y están protegidos por las leyes mexicanas e internacionales del copyright o derecho de autor.

Sumario

Nota editorial, por Gustavo Leyva

Prólogo a la cuarta edición

Prólogo a la primera edición

Prólogo a la segunda edición

Observaciones previas a la tercera edición

Introducción. El tema de la investigación y su estructura

La explicitación de la idea de una ontología fundamental mediante la interpretación de la Crítica de la razón pura como una fundamentación de la metafísica

Primera parte
La fundamentación de la metafísica en el punto de partida

Segunda parte
La fundamentación de la metafísica en la realización

A) La caracterización de la dimensión de retorno para la realización de la fundamentación de la metafísica

B) Las etapas de la realización del proyecto de la posibilidad interna de la ontología

Tercera parte
La fundamentación de la metafísica en su originariedad

A) La característica explícita del fundamento colocado en la fundamentación

B) La imaginación trascendental como raíz de ambas ramas

C) La imaginación trascendental y el problema de la razón pura humana

Cuarta parte
La fundamentación de la metafísica en una repetición

A) Fundamentación de la metafísica en la antropología

B) El problema de la finitud en el hombre y la metafísica del Dasein

C) La metafísica del Dasein como ontología fundamental

Anexo

I. Apuntes sobre el libro de Kant

II. Ernst Cassirer: Filosofía de las formas simbólicas. 2ª parte: «El pensamiento mítico». Berlín, 1925

III. Conferencias de Davos. La Crítica de la razón pura de Kant y la tarea de la fundamentación de una metafísica

IV. Disputa de Davos entre Ernst Cassirer y Martin Heidegger

V. Sobre la crítica del libro de Kant de Odebrecht y Cassirer

VI. Sobre la historia de la cátedra filosófica desde 1866

Nota editorial

La obra que el lector o la lectora tiene en sus manos se compone de dos partes: la primera de ellas es el libro publicado por Martin Heidegger en 1929 con el título Kant y el problema de la metafísica; la segunda se compone de seis textos —cinco de ellos de la autoría de Heidegger y uno más en el que se recoge el protocolo de su discusión con Ernst Cassirer— que versan temáticamente tanto sobre aspectos tratados en el libro citado de 1929 como sobre problemas planteados en el marco de la famosa disputa de Davos con el ya mencionado Cassirer.

La primera edición de Kant y el problema de la metafísica apareció en 1929 bajo el sello de la editorial Friedrich Cohen, en Bonn. La obra tuvo en 1934 una edición intermedia de la casa editorial G. Schulte-Bulmke, en Fráncfort del Meno. Posteriormente, en 1951, se publicó una segunda edición sin modificaciones a la que siguió una tercera, igualmente sin cambios, en 1965, en Fráncfort del Meno, bajo el sello de Vittorio Klostermann. En 1973, todavía en vida de Heidegger, se publicó una cuarta edición, esta vez revisada, a la que seguiría otra, la quinta edición ampliada, en 1991. El que se considera ahora como el texto base de esta obra es el que ha sido publicado en el marco de la Gesamtausgabe [Obra completa] de Martin Heidegger proyectada y diseñada, como se sabe, por el propio Heidegger e iniciada en 1975 bajo el auspicio editorial de la casa Vittorio Klostermann en Fráncfort del Meno. Kant y el problema de la metafísica aparece como el volumen 3 en esta edición y ha sido editada por vez primera en el marco de la Gesamtausgabe en 1991, con una segunda edición en 2010.

La primera edición en español de Kant y el problema de la metafísica fue publicada en esta misma casa editorial en el año de 1954 y reimpresa en 1973. Posteriormente se publicó una segunda edición en 1981 que ha sido reimpresa tanto en México (1986) como en España (1993). Sin embargo, hasta ahora no se había emprendido un traba­jo sistemático de reedición de este texto central tanto para la compren­sión del pensamiento del propio Heidegger, como para la interpretación de la filosofía kantiana. El texto que se ha tomado como base para esta edición es, como ya se ha dicho anteriormente, el que apareció en el volumen 3 de la Gesamtausgabe [Obra completa] de Martin Heidegger en su segunda edición, publicada en 2010. La traducción de esta obra se ha realizado directamente desde el alemán y tomando como punto de partida la versión en español realizada por Gred Ibscher Roth, revisada por Elsa Cecilia Frost y publicada por vez primera por esta misma editorial en 1954. Se ha procedido, además, a confrontar la traducción que ahora presentamos tanto con la edición francesa [Martin Heidegger: Kant et le problème de la Métaphysique, Alphonse de Waehlens y Walter Biemel (intro. y trad.), París, Gallimard, 1953] como con la in­glesa [Martin Heidegger: Kant and the Problem of Metaphysics, Richard Taft (trad.), 5ª ed., aumentada, Bloomington e Indianapolis, Indiana University Press, 1990, 19972].

En la edición que ahora presentamos se han modificado y corregido algunos errores conceptuales, sintácticos y de traducción que aparecían en la versión anterior, se han eliminado algunos arcaísmos y se ha buscado dar a la obra una organización que, incluso en el formato, sea lo más fiel posible al original. Se ha buscado respetar incluso —en la medida de lo posible— la puntuación (o la ausencia de la misma) del original alemán, las redundancias que realiza el propio Heidegger en su lengua e incluso los sutiles juegos de palabras. Además, en esta versión se ha colocado al margen la paginación original que aparece en la edición alemana de la Gesamtausgabe, se han señalado con la mayor precisión posible los cortes de página mediante la introducción de tres puntos [⋮] en el cuerpo del texto, se han reordenado los párrafos a fin de respetar la forma en que aparecen en el original y se han incluido las Randbemerkungen [observaciones al margen] que Heidegger colocó en el ejemplar de mano que poseía de esta obra. Estas observaciones —a veces relativamente más extensas, en otras ocasiones reducidas a una sola palabra e incluso a una interjección— se han marcado en notas de pie página indicadas siempre con letras minúsculas. Las notas del editor, en cambio, se introducen siempre con un asterisco (*) y se han marcado a pie de página entre corchetes ([]) .

Las traducciones de conceptos centrales de Ser y tiempo que aparecen a lo largo de esta obra se ha realizado siguiendo la cuidada edición de Jorge Eduardo Rivera C. publicada originalmente en Santiago de Chile y reeditada en 2003 por la editorial Trotta (Madrid), aunque no siempre se siguió esta traducción que poco a poco se convierte en canónica en nuestra lengua. Así, por ejemplo, en el caso de términos como Zeitlichkeit e Innerzeitigkeit, opté por traducirlos por temporalidad e intratemporalidad, respectivamente, y no por temporeidad e intratemporeidad, los empleados por Rivera, que me parecen no sólo innecesariamente artificiosos, sino también incompatibles con la traducción usual de estos términos en la Crítica de la razón pura de Kant, a la que Heidegger se refiere constantemente en esta obra. He empleado, en cambio, temporeidad para la expresión alemana Temporalität. Me he apartado también de Rivera en las traducciones que ofrece de expresiones conceptuales empleadas por Heidegger en las que aparece el verbo sein que, como se sabe, en español posee las acepciones tanto de «ser» como de «estar». Rivera propone así entender Dasein no tanto como «ser-ahí» sino más bien como «estar-ahí» y, en forma análoga, opta por traducir in-der-Welt-sein, In-sein y Mitsein por «estar-en-el-mundo», «estar-en» y «coestar», respectivamente (aunque las tres expresiones son centrales en Ser y tiempo, solamente la primera de ellas aparece empleada en esta obra). Es preciso señalar a este respecto que, en su acepción filosófica, la voz alemana sein (griego: εἶναι; latín: essere; francés être; inglés: to be, español: ser y estar) se usa en lengua alemana como un verbo con diversos modos de empleo que —y esto ha sido objeto de intensos debates a lo largo de la historia del la filosofía occidental— podrían eventualmente integrarse en ­un único significado fundamental. Una diferenciación de las diversas variantes de significación de la palabra ser se delinea ya en la lengua griega por lo menos desde Aristóteles, quien distingue en forma expresa el infinitivo sustantivado de «ser» (i. e. «el ser», τὸ εἶναι) del participio presente sustantivado (literalmente «el siendo», «lo que es», τὸ όν). En lengua alemana, el verbo sein se emplea así, en primer lugar, en el sentido «existencial» para denotar precisamente la existencia de algo (y, de este modo, decir «x es» equivale a decir «x existe»); en segundo lugar, se usa en un sentido «copulativo» o «predicativo» por medio del cual se dice algo sobre un sujeto en un enunciado determinado («x es pesado», «x es rojo», etc.) y, finalmente, en tercer lugar, se usa como verbo auxiliar que acompaña a un participio pasado. Como ya se apuntaba, la expresión sein en español puede ser traducida bien sea por «ser» o bien por «estar». La primera de ellas tiene en nuestra lengua los primeros dos sentidos que señalamos anteriormente para sein en alemán, a saber: tanto el «existencial» como el «copulativo» o «predicativo», aunque no el tercero: el de servir como verbo auxiliar para tiempos compuestos con un participio pasado (no obstante, en español asume una función —que no tiene en alemán— también como verbo auxiliar para conjugar todos los verbos en la voz pasiva). Estar, en cambio, aunque puede tener en ocasiones un sentido existencial para expresar el hecho de hallarse en este o aquel lugar, situación, condición o modo actual de ser o de permanecer, o de hallarse con cierta estabilidad en un lugar, situación, condición, etc., tiene en nuestra lengua una gama de sentidos más restringida que la de ser. Es por ello que he decidido en esta traducción no seguir a Rivera y optar por traducir expresiones como «in-der-Welt-sein», no por «estar-en-el-mundo» (que es como lo hace Rivera) sino, siguiendo en este punto a Gaos, por «ser-en-el-mundo». Me parece que de este modo se expresa en forma aún más clara la localización —central para Heidegger— de expresiones y conceptos como éste en un plano ontológico al igual que su conexión indisoluble con la que es para Heidegger la pregunta fundamental de la filosofía —a saber: la pregunta no por el «estar», sino justamente por el «ser». Un argumento adicional que podría aducirse en favor de la opción aquí elegida, incluso sobre la base de la propia traducción ofrecida por Rivera, es el hecho de que éste traduce «Selbstsein» no como «estar-sí-mismo», sino justamente como «ser-sí-mismo», lo cual me parece correcto de acuerdo a lo anteriormente señalado.

Por lo que se refiere a las citas y referencias a la Crítica de la razón pura de Kant que hace Heidegger a lo largo de este libro, he tomado como guía —aunque, de nuevo, en ocasiones me he apartado de ella— la esmerada traducción realizada por Mario Caimi publicada en esta misma editorial (Immanuel Kant: Crítica de la razón pura. Mario Caimi [trad., estudio y notas], Esteban Amador, Mariela Paolucci, Marcos Thisted [índices temático y onomástico] y Dulce María Granja [tabla de correspondencias de traducción de términos], fce, uam, unam, 2009). Me he apartado, pues, de las ediciones de Ser y tiempo y de la Crítica de la razón pura realizadas por José Gaos y Manuel García Morente, respectivamente, que son las que habían servido como guía a los traductores anteriores de esta obra que ahora presentamos a los lectores del mundo hispanohablante.

A lo largo del texto aparecen algunas palabras en alemán que me permití introducir para aclarar al lector el sentido preciso de algún término. A veces repetí la palabra en alemán en otras partes del texto. De cualquier forma, intenté siempre indicar los términos alemanes que corresponden a la traducción española sólo en su primera aparición a fin de evitar fatigas innecesarias al lector y no recargar más un texto que ya de por sí es de lectura difícil. Hay, sin embargo, términos centrales como Dasein que se han convertido en parte del dominio público del mundo académico e ilustrado, adquiriendo incluso una suerte de carta de naturalización en las traducciones de Heidegger a nuestro idioma. Es por ello que, en prácticamente todas sus apariciones a lo largo de esta obra, este término ha sido dejado en su lengua original.

A fin de hacer más comprensible el sentido y el carácter, al igual que la argumentación y el sofisticado marco conceptual que Heidegger despliega en esta obra, se han agregado al final de la misma los anexos I, II, V y VI, que se añaden así a los anexos III, «Conferencias de Davos. La Crítica de la razón pura de Kant y la tarea de la fundamentación de una metafísica», y IV «Disputa de Davos entre Ernst Cassirer y Martin Heidegger», los únicos que se encontraban ya traducidos en la anterior edición castellana de esta obra.

Espero solamente que todo el esfuerzo realizado para dar a luz esta nueva versión al castellano de una obra central de Martin Heidegger como Kant y el problema de la metafísica encuentre una buena acogida tanto en el mundo académico como en el(la) lector(a) interesado(a) en la filosofía. Deseo agradecer, finalmente, al Fondo de Cultura Económica —especialmente a Joaquín Díez-Canedo, Martí Soler, Juan Carlos Rodríguez, Bárbara Santana y Rosa Pretelín— la confianza depositada en quien esto escribe para la realización de la tarea que ha culminado con la presentación de esta obra que ahora ofrecemos al público iberoamericano.

GUSTAVO LEYVA
Universidad Autónoma Metropolitana,
Ciudad de México, mayo de 2011

A la memoria
de Max Scheler

Prólogo a la cuarta edición

En el manuscrito de la primera edición de este libro se halla insertado en la carátula un billete que, por los rasgos, ha de ser de mediados de los años treinta. El texto dice:

Libro sobre Kant

Con S. y T. («Ser y tiempo») solamente—; pronto

se ve claro que no se llegó

a la cuestión propia(mente) dicha [comp. I 3. P.1 y Destr(ucción)2]

Un refugio — en el camino (y)

no nuevos descubrimientos

sobre la filología de K(ant)

[S(er)] entidad [Seiendheit] — Objetividad [Gegenständlichkeit]

y «Tiempo»

    Esquematismo

pero a la vez: el camino propio está obstruido

y se hace susceptible de malas interpretaciones

comp. Secc(ión)3 IV. Principio del nuevo principio — Concept. Refl.

Contribuciones4 — Comienzo para un nuevo comienzo- /Refl.

(Conceptos de reflexión).

Las anteriores observaciones nos indican cuál fue el motivo que llevó a la publicación de este libro sobre Kant, a saber, el desacierto, patente en 1929, de la cuestión planteada en Ser y tiempo. Cuando preparaba las lecciones sobre la Crítica de la razón pura de Kant, para el semestre de invierno de 1927-1928, paré mientes en el capítulo del esquematismo y advertí que existía una conexión entre el problema de las categorías, esto es, entre el problema del ser de la metafísica tradicional, y el fenómeno del tiempo. Fue así como la cuestión planteada en Ser y tiempo se convirtió en anticipación de la explicación de Kant que tenía en perspectiva. El texto de Kant fue el recurso de donde extraer —en el propio Kant— un portavoz para la cuestión ontológica por mí planteada.

El recurso así buscado llevó a que se expusiera la Crítica de la razón pura en el horizonte del interrogante de Ser y tiempo, con el inconveniente, en cambio, de que se había sometido la cuestión kantiana a una problemática que le era ajena, por más que la ocasionara.

En escritos posteriores (véase la nota a la III edición de 1965) intenté reemprender la ulterior interpretación de Kant, aunque sin volver a redactar el libro a ese tenor.

Hansgeorg Hoppe, en el volumen mixto, Durchblicke [Perspectivas] editado por Vittorio Klostermann (1970), pp. 284-317, presenta una idea crítica e instructiva del cambio de mi interpretación de Kant, con referencias a anteriores tomas de posición crítica.

Hermann Mörchen, en su disertación de Marburgo (1928), «La imaginación en Kant» (Jahrbuch für Philosophie und phänomenologische Forschung, t. XI, Max Niemeyer, Halle a. d. Saale, 1930, pp. 311-495; 2ª edición inalterada, Max Niemeyer, Tubinga, 1970, separata), completa la discusión de la «imaginación trascendental» entablada en mi libro sobre Kant.

Este fue escrito inmediatamente después de la clausura del 2º curso universitario de Davos (17 de marzo-6 de abril de 1929), a partir de los trabajos que tenía preparados (véase el prólogo a la primera edición).

El apéndice de la presente edición trae el compendio, por mí dispuesto, de mis tres conferencias de Davos sobre la «Crítica de la razón pura de Kant y la tarea de la fundamentación de la metafísica» (aparecido en la Davose Revue, IV, 1929, núm. 7, pp. 194-196).

También en ese apéndice he insertado un informe sobre la Disputa entre Ernst Cassirer y yo, con ocasión de las conferencias por nosotros dichas. Cassirer habló en tres de ellas sobre antropología filosófica, refiriéndose al problema del espacio, del lenguaje y de la muerte.5

Mi libro sobre Kant no deja de ser una introducción al modo de una tentativa a un rodeo cuestionable en la cuestionabilidad, aún en pie, de la pregunta por el ser planteada en Ser y tiempo.

La creciente angustia inconfesada ante el pensamiento no permite más que se pase por alto el examen del olvido del ser que predomina en la época.

Doy las gracias de una manera especial a mi editor, el señor Vittorio Klostermann, doctor honoris causa en jurisprudencia y en filosofía, por el interés que desde siempre ha manifestado por este libro. Extiendo también mis gracias a la señora doctora Hildegard Feick (Wiesbaden) y al catedrático doctor Fr.- W. von Herrmann (Friburgo de Brisgovia) por su cuidadosa labor en la corrección.

M. H.
Finales de agosto de 1973

Prólogo a la primera edición

Lo esencial de la siguiente interpretación fue dado a conocer por primera vez en un curso académico de cuatro horas semanales durante el semestre de invierno de 1927-1928 y repetido, más tarde, reiteradas veces en conferencias y ciclos de conferencias (en el Instituto Herder de Riga en septiembre de 1928 y en los cursos universitarios de Davos en marzo de 1929).

La interpretación de la Crítica de la razón pura se originó en conexión con la primera redacción de la segunda parte de Ser y tiempo. (Véase Ser y tiempo, primera mitad. Jahrbuch für Philosophie und phänomenologische Forschung, editado por E. Husserl. t. VIII [1927], p. 23 y ss. Los números de las páginas de la separata, que ahora aparecen en su segunda edición, revisada, coinciden con los del Anuario.)

En la segunda parte de Ser y tiempo se trató el tema de la investigación que sigue, aunque en términos de una interrogación más vasta. Sin embargo, se renunció allí a una interpretación ulterior de la Crítica de la razón pura. Sirva la presente publicación de complemento preparatorio.

Al mismo tiempo aclara, en el sentido una introducción «histórica», la problemática tratada en Ser y tiempo, primera mitad.

Como una aclaración ulterior de la interrogación rectora puede verse el tratado del autor intitulado De la esencia del fundamento, que ha aparecido como separata (véase Festschrift für E. Husserl, Ergänzungsband zum Jahrbuch für Philosophie und phänomenologische Forschung [Homenaje a E. H., volumen complementario al Anuario de filosofía e investigación fenomenológica], 1929, pp. 71-110).

El presente escrito está dedicado a la memoria de Max Scheler. Su contenido fue el tema de nuestra última conversación, en la cual el autor pudo apreciar una vez más la fuerza desatada de ese gran espíritu.

M. H.
Todtnauberg, en la Selva Negra de Baden,
Pentecostés de 1929

Prólogo a la segunda edición

Esta obra publicada hace 20 años y agotada casi desde entonces reaparece ahora sin cambios. De esta suerte conserva la forma por la cual, de múltiples modos, tuvo y no tuvo repercusión.

En forma incesante se tropieza con la violencia de mis interpretaciones. El reproche de violencia puede ser bien probado en este escrito. En efecto, los historiadores de la filosofía tienen razón cuando enfocan su crítica contra quienes tratan de exponer un diálogo de pensamientos entre pensadores. Pues un diálogo de esta clase, a diferencia de los métodos propios de la filosofía histórica, se halla bajo muy diversas leyes. Son leyes más vulnerables. En los diálogos el peligro de errar es mayor, los defectos más frecuentes.

Ante el posterior desarrollo de mi pensamiento durante el lapso indicado, los errores y deficiencias del presente ensayo se me han hecho tan patentes, que renuncio a remendarlo con corolarios, notas y epílogos.

Quienes piensan, aprenderán más a partir de las deficiencias.

M. H.
Friburgo de Brisgovia, junio de 1950

Observaciones previas a la tercera edición

Para la correcta comprensión del título de este escrito, sirva la siguiente indicación: lo que para la metafísica es el problema —a saber: la pregunta por el ente como tal en el todo— es lo que convierte a la metafísica en problema. El giro «el problema de la metafísica» posee doble sentido.

Como complemento del presente trabajo puede consultarse: Kants These über das Sein [Tesis de Kant sobre el ser], Vittorio Klostermann, Fráncfort del Meno, 1963, y Die Frage nach dem Ding. Zu Kants Lehre von den transzendentalen Grundsätzen [La cuestión en torno a la cosa. Sobre la doctrina kantiana de los principios trascendentales], Max Niemeyer, Tubinga, 1926.

M. H.
Friburgo de Brisgovia, principios de 1965

Introducción
El tema de la investigación y su estructura

La siguiente investigación se propone la tarea de interpretar la Crítica de la razón pura de Kant como una fundamentación de la metafísica. El problema de la metafísica se enfoca pues como problema de una ontología fundamental.

Se llama ontología fundamental a la analítica ontológica de la esencia finita del hombre que debe preparar el fundamento de una metafísica «conforme a la naturaleza del hombre». La ontología fundamental es la metafísica del Dasein humano que se exige necesariamente para hacer posible a la metafísica. Esta ontología fundamental difiere en principio de toda antropología, aun de la filosófica. Exponer la idea de una ontología fundamental significa: demostrar que la mencionada analítica ontológica del Dasein es un postulado necesario y dilucidar así, de qué modo y con qué intención, dentro de qué limites y bajo qué presupuestos, plantea ésta la pregunta concreta: ¿Qué es el hombre? Pero si una idea se afirma, por lo pronto, mediante su poder de aclaración, también la idea de la ontología fundamental se afirmará y presentará por medio de una interpretación de la Crítica de la razón pura como fundamentación de la metafísica.

Pero es preciso aclarar de antemano lo que la palabra «fundamentación» significa. La expresión revela su significado en el dominio de la construcción. La metafísica no es ciertamente un edificio existente, pero es algo real como «disposición natural» en todos los hombres.6 La fundamentación de la metafísica equivaldría, por consiguiente, a colocar otro fundamento por debajo de esta metafísica natural o, en otras palabras, a suplantar un fundamento anterior por uno nuevo. Pero tratándose de una fundamentación, hay que alejar precisamente la idea de que se trata de aportar fundamentos para un edificio ya terminado. La fundamentación es más bien el proyectar el plan de la construcción misma, de modo que éste indicase simultáneamente sobre qué y cómo la construcción debe ser fundamentada. Pero, fundamentar la metafísica en el sentido de proyectar un plan de construcción no quiere decir tampoco que se construya un sistema con sus disciplinas, sino el contorno y la delineación arquitectónicos de la posibilidad interna de la metafísica, a saber: una determinación concreta de su esencia. Pues toda determinación de una esencia no se consuma sino al descubrir su fundamento esencial.

De esta suerte, la fundamentación de la metafísica como proyecto de la posibilidad interna de la metafísica es necesariamente una forma de hacer efectiva probar la solidez del fundamento colocado. Si esto ha de acontecer y cómo haya de hacerlo es el criterio de la originariedad y la amplitud de una fundamentación.

Si la siguiente interpretación de la Crítica de la razón pura logra sacar a luz la originariedad del origen de la metafísica, entonces se comprenderá en su esencia esta originariedad si se la desarrolla en su acontecer concreto, es decir, si se repite la fundamentación de la metafísica.

En tanto que la metafísica pertenece a la «naturaleza del hombre» y existe fácticamente con él, ha sido concebida ya en alguna forma. Por eso una fundamentación expresa de la metafísica no se realiza nunca desde la nada, sino en la fuerza o carencia de fuerza de una tradición que le prescribe las posibilidades del punto de partida. Tomando en cuenta la tradición que implica, toda fundamentación, en relación con la que la precede, es entonces una transformación de la misma tarea. De modo que la presente interpretación de la Crítica de la razón pura como fundamentación de la metafísica ha de esforzarse por aclarar cuatro puntos:

  1. La fundamentación de la metafísica en el punto de partida [Ansatz].
  2. La fundamentación de la metafísica en la realización [Durchführung].
  3. La fundamentación de la metafísica en su originariedad [Ursprünglichkeit]
  4. La fundamentación de la metafísica en una repetición [Wiederholung].

La explicitación de la idea de una ontología fundamental mediante la interpretación de la Crítica de la razón pura como una fundamentación de la metafísica