Separados por la guerra

Cartas de una familia judía refugiada en Chile.

Separados por la GuerraCartas de una familia judía refugiada en Chile.

Rudi HaymannFundación Memoria Viva, Colección Voces de la Memoria

Comité Editorial Memoria Viva: Anat Berlin, Alejandra Nudman

Edición de textos: Memoria Creativa

Dirección de Arte: Camila Berger

Diseño: Victoria Gallardo

Corrección de estilo: Laura Marinho

isbn edición impresa:978-956-9908-01-9

isbn edición digitial: 978-956-9946-47-9

Santiago, Septiembre 2019

© 2019 FUNDACIÓN MEMORIA VIVA

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Separados por la guerra

Cartas de una familia judía refugiada en Chile.

“Aún en los abismos de la desesperanza, en la cual, semiciegos tanteamos con el alma quebrada, alzo la vista hacia aquellas estrellas que brillaron sobre mi infancia,y me consuelo con la heredada confianza de que este horroroso colapso parecerá, en días porvenir, un intervalo en el eterno ritmo hacia adelante.”

Stefan Zweig

No puedo dejar de preguntarme, hasta el día de hoy, cómo pudieron hacer esto a mis abuelos y a mis padres. Amaban su patria, fueron a la guerra por ella. Eran gente trabajadora, correcta y culta. Cómo llegó a pasar todo esto...

Desde mi salida forzada de Alemania en 1938 por las políticas anti-semitas hasta el reencuentro con mi familia en Chile, pasaron diez años y la Segunda Guerra Mundial completa. Una década histórica que viví primero en un kibutz1 en Palestina, y luego en África y Euro-pa como soldado del Ejército británico, mientras mi familia luchaba por construir una nueva vida en Chile.

Aún conservo las cartas que mis padres y mi hermana me escribieron durante esos diez años, entre 1938 y 1948. Seleccioné las 23 más sig-nificativas que documentan acontecimientos muy importantes para mi familia, como las dificultades que tuvieron para salir de Alemania, el viaje a Chile, el dolor que sentían por dejar a sus seres queridos y la vida como inmigrantes en un país cuya cultura les era ajena. Eran situaciones por las que estaban pasando muchas familias judías, por lo que esto no es sólo importante para nosotros, sino que también para la historia universal. Son los relatos de personas comunes y corrientes las que le entregan color y humanidad a los acontecimien-tos históricos que ya todos conocemos.

Los textos hablan por mismos, sin embargo, he intercalado co-mentarios de mi hermana Hilla y míos para poner los eventos en su contexto y darles mayor claridad.

Los manuscritos originales son difíciles de leer por su caligrafía ale-mana sütterlin,2común en aquellos años, y son muy delicados por el papel delgadísimo que se usaba, ya que el correo aéreo exigía mini-mizar el peso. Hoy están deterioradas por el medio siglo que ha pasa-do y las registro aquí, para que mis hijos y mis nietos puedan explorar la historia de sus abuelos o algún lector interesado se sumerja desde una arista alternativa a los acontecimientos que marcaron a Europa yel mundo en el siglo XX. Agradezco la colaboración de Hilla, Ati, Liora y Dalia por su trabajo para hacer realidad este libro.

1. Del hebreo agrupación. Comunidad agrícola de ideología sionista socialista, un elemento importante en la creación del Estado de Israel.

2. Caligrafía alemana que se popularizó a partir de 1911. Fue eliminada en 1941 por las autoridadesnazis para simplificar la enseñanza.

Nos robaron la patria

Antes de sumergirnos en estos diez años de historia, quiero contar-les un poco sobre mi familia.

Mi abuelo Salo Haymann era un empresario al que le tocó luchar en la guerra de 1870 junto al estadista alemán Otto Von Birsmarck; fue uno de los participantes de la creación del Deutsche Reich (Estado Alemán). Más tarde se casó con Emma Siedner y tuvieron dos hijos, Ludwig, mi padre, y Fritz. Cuando crecieron, ninguno de ellos quiso permanecer en Ratibor ni trabajar en las industrias familiares. Fritz partió a Berlín a estudiar arquitectura y Ludwig a Braunschweig, a estudiar farmacia.

En 1914 estalló la Primera Guerra Mundial y ambos se enrolaron en el Ejército alemán, Ludwig en la infantería para combatir en Francia y Fritz como cadete en Prusia Oriental. Fritz perdió una pierna al pi-sar una mina y Ludwig quedó con una lesión cardíaca por pasar tan-to tiempo enterrado bajo escombros de artillería. Por sus méritos, fueron condecorados: Fritz con la “Cruz de Hierro” y Ludwig con la “Cruz de Honor de Combatiente de 1a Línea”. Finalizada la guerra, vol-vieron a Berlín a dedicarse a sus profesiones. Fritz fue arquitecto del Banco Central de Alemania y se unió al grupo Bauhaus, entonces la vanguardia del diseño alemán.

Ludwig desarrolló su carrera como farmacéutico, a cargo de la Stein Apotheke, una importante farmacia de Berlín. Fritz se casó con Berthe Bartenstein, proveniente de una familia respetada de Ratibor. No tuvieron hijos. Ludwig se casó en 1920 con mi madre, Charlotte Herper, y nacimos Rudi y Hilla. Éramos una típica familia de clase media intelectual y vivíamos en el sector Hansaviertel de Berlín. Asistíamos a colegios laicos y a la sinagoga sólo en las altas fiestas de Rosh Hashaná3y Yom Kipur.4Fue una infancia feliz, con amigos, deportes y vacaciones familiares, hasta que la ascensión de los nazis al poder cambió radicalmente todo y puso en peligro la vida de los judíos de Europa.

Tras tantas guerras y momentos difíciles en Alemania, mis padres no imaginaban que lo peor estaba por suceder y que huir del país se-ría nuestra única salida. Tampoco imaginaban que, una vez más, un hombre de la familia tendría que unirse a las filas militares. Los he-chos ocurrieron rápidos, y sin darnos cuenta, nos vimos atrapados en una nación donde nuestras vidas peligraban.

3. Del hebreo cabeza del año. Es el nuevo año judío.

4. Del hebreo día de expiación. Considerada la fecha más solemne del año. Es un día de ayuno, centrado en la reflexión, expiación y reconciliación.

Árbolgenealógico

La familia Haymann

Arriba:Rudi Haymann salió en 1938 de Alemania a Palestina, donde vivió en un kibutz. En1942 se alistó en el Ejército británico y pasó la guerra en Africa y Europa. Llegó a Chile después de la guerra, en 1948.

Los Haymann. Vati, arriba izquierda, Mutti, arriba derecha e Hilla, abajo; llegaron a Chile a fines de 1939, en el último viaje del Augustus.