2017
© Del texto: Jesús Marchamalo
© De los dibujos: Marc Torices
© De esta edición: Nórdica Libros, S.L.
Avda. de la Aviación, 24, bajo P
28054 Madrid
Tlf: (+34) 917 055 057
info@nordicalibros.com
Edición en ebook: julio de 2018
ISBN: 978-84-17281-68-7
Diseño y maquetación: Sergi Puyol
Corrección ortotipográfica: Victoria Parra y Ana Patrón
Composición digital: leerendigital.com
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de sus titulares, salvo excepción prevista por la ley. Diríjase a CEDRO
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A Pat Andrea, para quien Cortázar escribió El tango de la vuelta, y a Eugenia Niño.
A Jesús Ferrero, que me habló, hace años, de sus visitas a ese apartamento de la Rue
de l’Éperon, donde vivió Cortázar, y a mi amiga Carmen de la Ossa, que el 12 de febrero
de este año, aniversario de su muerte, se acercó hasta el cementerio de Montparnasse
para dejar, allí sobre su tumba, delicado, un ramo de narcisos.
Jesús Marchamalo
A mi tía María del Carmen Torices y a Brenda.
Marc Torices
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no recuerdo si lo leí, o me hablaron de un viaje que HIZO CORTÁZAR
A UNA CIUDAD DEL SUR.
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un amigo le recomendó una vieja pensión acogedora
suelo de
madera...
VISILLOS BLANCOS, TENUES, Y ESPEJOS DESAZOGADOS.
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pero no recordaba el nombre ni la calle...
así que le explicó cómo debía llegar desde una placita
Y ENFRENTE, a unos doscientos
metros.
RECOLETA
SUBIR POR UNA CALLE DE SUELOS EMPEDRADOS
hasta unas...
... EMPINADAS escaleras.
y entonces girar a la izquierda
LLEGAR A UN CALLEJÓN.
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un timbre que debía accionar y que sonaba como una vieja chicharra.
Y ALLÍ MISMO, ENFRENTE DE UN SOLAR, UN PORTAL CON ALGO DE SECRETO
LA PUERTA
DE LA
IZQUIERDA
EN EL SEGUNDO PISO
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llegó una noche lluviosa
hasta la puerta.
Y, tal y COMO le HABÍAN INDICADO,
TOCÓ EL TIMBRE...
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el suelo de madera
los visillos hinchados por el viento...
y el espejo
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Y SÓLO AL DÍA SIGUIENTE, YA DE DÍA, REPARÓ EN QUE SE HABÍA EQUIVOCADO.
LA PLAZA DE LA QUE PARTIÓ NO ERA LA QUE SU AMIGO LE HABÍA DICHO, SINO OTRA CERCANA Y PARECIDA.
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O
TAL
VEZ
SÍ
NI
LA
PENSIÓN
LA
MISMA
SOLAR
EL
ENFRENTE
DE
EL
NI
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TAL VEZ TODAS LAS PENSIONES FUERAN ÉSA A LA QUE LE ENVIÓ SU AMIGO…
DE MODO QUE HABRÍA LLEGADO EN CUALQUIER CASO.
DESDE CUALQUIER LUGAR.
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PORQUE LA VIDA DE JULIO CORTÁZAR
ESTÁ, DE ALGÚN MODO SECRETO,
PERSISTENTE, REGIDA POR EL AZAR.
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LOS SUCESOS MISTERIOSOS,
LAS CASUALIDADES,
MÁGICAS EN APARIENCIA,
QUE SE REPETÍAN CASI A DIARIO
COMO SEÑALES MISTERIOSAS.
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SIGNO
ZODIACAL: VIRGO.
PLANETA:
MERCURIO.
COLOR: GRIS.
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SU PADRE, JULIO JOSÉ CORTÁZAR
HABÍA LLEGADO A BÉLGICA COMO ENCARGADO DE LA DELEGACÓN COMERCIAL ARGENTINA.
POCOS AÑOS MÁS TARDE
ABANDONARÍA A SU FAMILIA.
Y NO VOLVIERON A SABER
DE ÉL HASTA SU MUERTE.
SE HABÍA CASADO CON ÉL
CON POCO MÁS DE QUINCE AÑOS
SU MADRE,
MARÍA
HERMINA
DESCOTTE
Y TUVO SU PRIMER HIJO, JULIO FLORENCIO,
APENAS CON DIECISÉIS.
DE ELLA HEREDÓ EL DON DE CONTAR HISTORIAS.
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HUYENDO DE LA GUERRA,
LOS CORTÁZAR VIAJARON A ZÚRICH
DONDE NACIÓ SU HERMANA OFELIA, MEMÉ.
… Y DESPUÉS A ESPAÑA.
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DE AQUELLOS PRIMEROS AÑOS CONSERVÓ
EL RECUERDO DIFUSO DE LOS SOLDADOS
ALEMANES, BOTAS Y BAYONETAS,
DESFILANDO POR LAS
CALLES EMPEDRADAS.
…
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MUCHOS AÑOS MÁS TARDE, EN SU VIAJE A EUROPA, EN 1949, CORTÁZAR VOLVIÓ A
ENCONTRARSE CON AQUEL DRAGÓN DE
INFANCIA,
PERO YA CONVERTIDO EN UN GIGANTE.
SU MADRE LE CONTÓ QUE AQUEL RECUERDO
PROBABLEMENTE FUERA DEL PARQUE GÜELL,
EN BARCELONA, DONDE VIVIERON HASTA
QUE TERMINÓ LA GUERRA.
Y DONDE LO LLEVABAN CASI A DIARIO A JUGAR.
PERO YA NO ERA EL MISMO, O AL MENOS
NO LO VIO IGUAL.
O NO ERA EL MISMO ÉL.
TODAVÍA CON CARA DE NIÑO
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