Las Mil y Una Noches

 

Anónimo

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Traducción: Alessia Lazcano

 

 

 

 

 

 

 

© Plutón ediciones X, s. l., 2014

 

Primera Edición Digital: Enero 2017

 

Diseño de cubierta y maquetación: Saul Rojas

 

Edita: Plutón ediciones X, s. l.,

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I.S.B.N: 978-84-946372-6-1

 

 

 

 

 

 

Estudio Preliminar

 

El conocimiento de esta amenísima y archiconocida gran colección de cuentos se inició en Europa con una versión muy incompleta del orientalista y diplomático francés Galland (1646-1715) a partir de un manuscrito árabe de origen sirio, al que añadió los que oralmente le transmitió un maronita de Alepo. El éxito fue extraordinario y contó con el beneplácito del omnipotente rey francés Luis XIV, en los últimos años de su reinado.

Recordemos su argumento: El rey de Persia, Schahriar, convencido de la infidelidad de su esposa la mata y decide tomar cada noche una nueva cónyugue a la que al amanecer hará ejecutar. La hija de su visir Schehrazada (o Sherezada) se ofrece voluntariamente al rey, a condición de que la acompañe su hermana menor, Doniazada (o Dinarzada) durante la noche. El rey acepta y a media noche, Doniazada suplica a su hermana que narre uno de los cuentos que ella tan bien sabe contar.

Schehrazada consigue despertar el interés del rey por su relato, hábilmente interrumpido al llegar al amanecer, hasta el punto de postergar por un día la ejecución de la pena de muerte para poder oír el final de la historia, pero Schehrazada, sagazmente, empalma este con el comienzo de otro relato y así sucesivamente, se repite la nueva escena noche tras noche, hasta un total de mil y una, al final de las cuales el rey se arrepiente de su sanguinario propósito.

Los orígenes de esta fabulosa recopilación de cuentos son variados. El grupo más ancestral tiene su origen en el subcontinente indio (como el ajedrez y la numeración por cifras) y en él sobresalen los cuentos de Los siete visires, La Historia del rey Yunán y el sabio Ruyán y la Historia del jorobado.

Un segundo grupo, de origen persa, tiene por motivo en sus relatos la presencia de genios (efrits) dotados de libre albedrío.

Un tercer grupo (para muchos el más importante) son las narraciones de carácter islámico, localizadas sobre todo en Bagdad y el puerto de Bashrá (Bassora) y protagonizadas frecuentemente por el califa ablasí Harún-Ar-Rachid (786-809) que al parecer ordenó la primera recopilación de los cuentos. En los relatos, el califa es acompañado por el poeta Abú-Nuwãs. Con el califa, la cultura árabe alcanzó su cenit.

Otro grupo lo constituyen narraciones situadas en el Egipto mameluco (siglos XII al XV). Por último se añaden relatos muy conocidos como La Historia de Simbad el marino (cuya influencia del Ulises griego y más antigua de un relato incompleto, consignado a un papiro egipcio del Impero Medio, es indudable), Alí Babá y los cuarenta ladrones y Aladino y la lámpara maravillosa.

Ya en la época contemporánea, las versiones más divulgadas son la francesa del Dr. J.C. Mardrus (1868-1949) y la del valenciano Vicente Blasco Ibáñez (1867-1928) que no dejó de ser una versión española de la francesa. El compositor ruso Rimski-Kórsakov compuso una obra instrumental sobre la heroína de Las Mil y una noche. Dada lo extenso de la obra, han sido los cuentos más significativos por separado como Simbad el marino, Aladino y la lámpara maravillosa, Alí Babá y los cuarenta ladrones, etc. los que preferentemente han sido, arrebatados por el Séptimo Arte, incluso por los dibujos animados.

Porque Las Mil y una noches, tal como la mayoría de los españoles las han conocido de niños, han sido en forma de cuentos expurgados y adornados con láminas en que los personajes orientales aparecían vistiendo chupas, casacas y faldas ampulosas de la época dieciochesca en versión de la Editorial Saturnino Calleja, pero Las Mil y una noches para adultos es otra cosa, lo cual no quiere decir que el lector vaya a encontrar en ellos un erotismo exagerado. Las Mil y una noches son simplemente la plasmación del Próximo Oriente con sus fantasías exuberantes, con sus locuras luminosas, con sus orgías sanguinarias de antaño, con la magia de ayer, de hoy y de siempre.

Son en definitiva un manantial tan puro de belleza que su conjunto constituye uno de los libros aptos para llevar, de entre la media docena de escogidos, a una isla desierta. En sus relatos se encuentra toda la opulenta riqueza descriptiva de la literatura oriental (algunos hablan de influencias remotas de ciertos ritos matrimoniales de algunas culturas de la península Indochina, hasta más próximas como los apólogos de origen sánscrito del Calila y Dimna), el interés máximo que puede darse en una trama novelesca, los preceptos coránicos revestidos de insuperable amenidad, verdaderos prodigios de imaginación, constantes alardes de fe, sumisión a la divinidad y elegancia en el decir, y acompañado a todo ello, o mejor, alzándose por encima de todo ello, un raudal de poesía que fluye de los deliciosos versos —no rimados— de que la obra entera está cuajada.

Cierto que abundan los atrevimientos de fondo y forma en lo que a escenas eróticas se refiere, pero, no solo en nuestro siglo XXI ya estamos curados de espanto, bombardeados por todos los medios de difusión, aparte de que, como suele suceder, en la mayoría de los relatos escabrosos, la malicia depende casi exclusivamente del lector. En estas narraciones orientales, lo sensual es tan espontáneo, tan gracioso y tan “inocente” que solo un espíritu enfermizo puede hallarlo lascivo. Lo cual no quiere decir, ciertamente, que la versión original (no expurgada) sea un libro para ponerlo al alcance de todos.

 

 

 

 

 

 

¡En el nombre de Alá, el clemente y misericordioso!

¡Sea para Alá, Creador del Universo, toda alabanza!

Y la oración y la paz sean para nuestro Señor Mohamed, Príncipe de los Enviados, y para los suyos, hasta el día de la merced.

 

Y después:

 

Que los dichos y los hechos de nuestros mayores encierren una lección para los hombres actuales a fin de que aprendan lo que a ellos sucedió y tomen prudente aviso.

¡Loor a aquel que guarda las historias del pasado como lección de la vida presente!

De entre estas lecciones han sido elegidas las llamadas Mil y una noches y cuanto hay en ellas de episodios extraños y maravillosos.